Las Pruebas de Inteligencia tienen ya más de cien años de historia, siendo uno de los tipos de pruebas psicométricas más usadas. Las primeras se utilizaron en Francia con el objetivo de identificar alumnos que podrían necesitar mayor apoyo durante los estudios. Desde ahí las pruebas de inteligencia, conocidas como tests de CI (Coeficiente Intelectual o IQ por sus siglas en inglés), se han utilizado ampliamente.
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Como su nombre lo indica, las pruebas de Coeficiente Intelectual o derivadas, intentan medir el grado de inteligencia de una persona, siendo muy común que estas pruebas den por resultado un número conocido como CI o IQ. Pero, ¿Qué significa exactamente este número? Este número no es un puntaje realmente, si no más bien una escala basada en una distribución normal con promedio 100 y desviación estándar de 15. La explicación estadística de esto probablemente sea tema para otro artículo, pero lo importante es entender que, por ejemplo, una persona con un CI de 130 no es que sea 30% más inteligente que una de 100. Una persona con un CI de 130 está dos desviaciones estándar por sobre la media, es decir, es más inteligente que aproximadamente el 96% de la población (mientras que una persona con un CI de 100 es más inteligente que el 50% de la población)
¿Pero que mide exactamente una prueba de inteligencia realmente? Aunque la respuesta parece obvia, no es en realidad una pregunta tan sencilla. La razón de esto es porque la inteligencia es un termino abstracto y bastante amplio, de hecho, no hay un consenso sobre lo que es exactamente la inteligencia. El foco principal de las pruebas de inteligencia suele ser el razonamiento lógico, es decir, ser capaz de resolver problemas, reconocer patrones, etc. ¿Pero que sucede con un músico capaz de componer piezas extraordinarias, una persona que puede recordar el orden de 52 naipes o un maestro del ajedrez? ¿Son todos genios también?
Existen muchos tipos de inteligencia y por lo tanto, muchos aspectos que una prueba debiera medir para ser realmente completa, algunas más fáciles de medir que otras. Dado que las pruebas de inteligencia se suelen utilizar para evaluar personas que postulan a trabajos o estudios, las pruebas se suelen concentrar en las habilidades lógico-matemáticas y en algunos casos en la habilidad verbal. Es por esto por lo que un gran músico podría salir mal en una prueba típica de inteligencia, pero aún así ser un genio musical (de hecho, la inteligencia musical es ampliamente reconocida como un aspecto importante o reconocible de la inteligencia)
Hay un sinnúmero de estudios que confirman el alto poder predictivo de las pruebas de inteligencia para el desempeño en ciertas áreas. Una persona con un CI alto tiene una probabilidad más alta de desempeñarse bien en un trabajo de ingeniero, por ejemplo, o de obtener buenas notas en la universidad. A pesar de esto, las pruebas de inteligencia no debieran ser el único criterio para tomar una decisión.
Por último, las pruebas de inteligencia tienen también tienen algunas cosas oscuras en su historia. En algún momento se intentó utilizar estas pruebas para demostrar que ciertas razas o grupos era naturalmente inferiores o superiores intelectualmente que otras. Más de esto en un próximo artículo.